lunes, 6 de enero de 2014

Elemental silencio


Solo te pido que ya no me hables
de tus viajes por Latinoamérica

ni de rutas delgadas como alambres
que cruzan el horizonte apenas iluminado
por estrellas distantes

no me hables de rumbos inciertos
ni de aquella brújula que te obsequié una vez,
irónicamente

ya no vuelvas a mencionar la palabra "pasaporte"
ni te refieras al universo, tampoco me hables
de tus amigos imaginarios,

ya no me hables de tus fotografías,
ni de itinerarios desconocidos,

no me hables de trabajos temporales,
que podrían servirte para mantenerte
un tiempo más, en cualquier puerto.

por favor, ya no me hables de trenes,
ni de la belleza de los paisajes del sur

ya no me hables de estaciones de micro,
ni de mochilas enormes, ni siquiera pronuncies
que tuviste un sueño

en el que aún permanecíamos descalzos o desnudos
bajo el cielo inmenso de algún verano

ya no me hables de la vaga certidumbre
de nunca más regresar,

porque esa es solo otra manera de confirmar
que somos como animales vagabundos

como perros desnudos que se olfatean
y cojen y después se olvidan
y nunca más se necesitan.

Solo te pido que ya no me hables
y que nunca más regreses.